Diagnóstico

El primer paso a la hora de evaluar la DE consiste siempre en obtener unos antecedentes médicos y psicológicos detallados de los pacientes y sus parejas.
A menudo, no es posible que la pareja acuda a la primera visita del paciente, pero ha de procurarse por todos los medios que lo haga a la segunda. La fisiopatología de la DE puede ser vasculógena, neurógena, hormonal, anatómica,  farmacológica o psicógena y la anamnesis puede identificar alguno de los muchos trastornos habituales que se asocian a DE. Es importante crear un ambiente relajado durante la obtención de la anamnesis. Así se facilitará la formulación de preguntas sobre la función eréctil y otros aspectos de los antecedentes sexuales, especialmente en los pacientes a los que no les resulta fácil hablar de su problema. También facilitará la explicación del abordaje diagnóstico y terapéutico del paciente y su pareja.

Antecedentes sexuales
Los antecedentes sexuales pueden incluir información relativa a las relaciones sexuales presentes y anteriores, el estado emocional actual, el inicio y la duración del problema de erección, así como las consultas y los tratamientos previos. Ha de hacerse una descripción detallada de la rigidez y duración de las erecciones eróticas y matutinas y de los problemas de excitación, eyaculación y orgasmo. Algunos cuestionarios validados, como el Índice internacional de la función eréctil (IIEF), ayudan a evaluar todos los dominios de la función sexual (función eréctil, función orgásmica, deseo sexual, eyaculación, coito y satisfacción global), así como la repercusión de una modalidad terapéutica concreta.

Exploración física 
Todo paciente debe ser objeto de una exploración física centrada en los sistemas genitourinario, endocrino, vascular y neurológico.
La exploración física puede revelar diagnósticos no sospechados, como enfermedad de Peyronie, hipertrofia o cáncer de próstata o signos y síntomas indicativos de hipogonadismo (testículos pequeños, alteraciones de los caracteres sexuales secundarios, disminución del deseo sexual y alteraciones del estado de ánimo)
 En todo paciente mayor de 50 años ha de realizarse un tacto rectal. La presión arterial y la frecuencia cardíaca deben medirse en caso de no haberse evaluado en los 3‑6 meses precedentes. Ha de prestarse especial atención a los pacientes con enfermedades cardiovasculares.

Pruebas analíticas
 Las pruebas analíticas tienen que adaptarse a los síntomas y los factores de riesgo del paciente. Todos los pacientes deben someterse a una determinación de glucemia y lípidos en ayunas en caso de no haberse evaluado en los 12 meses precedentes. Las pruebas hormonales han de incluir una muestra matutina de testosterona total. Se prefieren las pruebas que miden la testosterona biodisponible o libre calculada antes que los análisis de testosterona total porque son mejores para confirmar un hipogonadismo. Otras pruebas analíticas sólo deben contemplarse en determinados pacientes, por ejemplo, antígeno prostático específico (PSA) para la detección del cáncer de próstata. Se llevarán a cabo otras determinaciones hormonales, por ejemplo, prolactina, folitropina (FSH) o lutropina (LH), cuando se detecten concentraciones bajas de testosterona. En caso de observar anomalías, puede ser necesaria la derivación a otro especialista.



Pruebas especializadas
Tumescencia y rigidez penianas nocturnas (TRPN)
Ha de efectuarse una evaluación de la tumescencia y rigidez penianas nocturnas (TRPN) en al menos dos noches. Un mecanismo eréctil funcional viene dado por un episodio eréctil con una rigidez mínima del 60 %, registrada en la punta del pene, de 10 minutos o más de duración

Prueba de inyección intracavernosa
La prueba de inyección intracavernosa aporta información limitada sobre el estado vascular. Una prueba positiva es una respuesta eréctil rígida (incapacidad de doblar el pene) que aparece en los 10 minutos posteriores a la inyección intracavernosa y dura 30 minutos. Esta respuesta indica una erección funcional, aunque no necesariamente normal, ya que la erección puede coexistir con insuficiencia arterial o disfunción venooclusiva . Una prueba positiva indica que un paciente responderá al programa de inyecciones intracavernosas. La prueba no es concluyente como procedimiento diagnóstico y ha de solicitarse una ecografía dúplex de las arterias penianas

Ecografía dúplex de las arterias penianas
 Un flujo arterial sistólico máximo mayor de 30 cm/s y un índice de resistencia mayor de 0,8 se consideran, por lo generales, normales.  No se precisa una investigación vascular más profunda cuando una ecografía dúplex es normal.

Evaluación psiquiátrica 
Los pacientes con trastornos psiquiátricos deben ser derivados a un psiquiatra especialmente interesado en la DE. En los pacientes más jóvenes (< 40 años) con DE primaria prolongada, la evaluación psiquiátrica puede resultar útil antes de realizar ninguna evaluación orgánica.

Anomalías del pene 
La corrección quirúrgica puede ser necesaria en los pacientes con DE causada por anomalías del pene, por ejemplo, hipospadias, curvatura congénita o enfermedad de Peyronie con rigidez conservada. Las tasas de éxito son elevadas.


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